Cuarteto de ciegos

Dora, recuerdas
cómo se aligeraron los días
cuando por fin fuiste Dora
y no la hija de un arquitecto
y no la niña de la puesta de largo.
Eras Dora y París y los guantes
con los que invadir repúblicas
a cuchillo de flores.
Dora detrás del objetivo, dentro
del objeto descompuesto
al borde del pincel de Pablo.
Dora francesa, argentina
y de bronce, estaño sólo
para la Historia del arte.

Aún tantos ciegos esperan
por una mirada tuya, Dora,
o que suenen
los violines de Ubú
en este cuarteto enfermo.

NOTA: Dora Maar dijo a sus noventa años, con la vida en una caja de latón, que nuca fue la amante de Picasso "él sólo fue mi amo".

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