Pulpa

Podría ser la garganta. Con el cambio de tiempo nadie está a salvo. O quizás la clave estaba en las naranjas. No eran tan consistentes como otras veces.
La realidad era que, por más que buscaba explicaciones, no llegaba a entender por qué le había costado tanto tragar el zumo esa mañana. El líquido pasó por su cuerpo como un fieltro dulce.
Mientras fregaba todo y recogía la cocina, llegó a la conclusión de que se le había colado demasiada pulpa.
No quiso pensar que era la primera vez que el zumo no era para dos, eso habría sido más difícil de tragar.