La parabola del hijo prodigo



Azuloscurocasinegro
Director: Daniel Sánchez Arévalo
105 min. 2006


Nunca me gustó la parábola del hijo pródigo, por rancia y por injusta. En realidad, nunca me gustaron las historias que pueblan el nuevo y el antiguo testamento, pero esta concretamente me pone de una considerable mala hostia, porque mientras recibían con los brazos abiertos al hijo que "había cometido errores" y volvía resignado al seno familiar, el que había apechugado con toda la carga y no había salido de la puta granja tenía que someterse al desprecio continuo y se le tachaba de envidioso. Una estupenda educación emocional, sin duda.
Azuloscurocasinegro es la historia del hijo que se ha quedado. Es la perspectiva de quien no siente envidia, ni celos, ni rencor, sólo ganas de huir: de dejar de ser tan buen hijo.
Y es una historia bien interpretada, bien contada, con una preciosa fotografía y una mirada desde los tejados de la gran ciudad.

Luego dirán que si el cine español. Mejor iban al cine y punto.

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