Diseccionar la lluz

Ayer aparecía publicada en el suplemento La Nueva Quintana que saca La Nueva España los martes esta entrevista a Pablo Texón:

http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pNumEjemplar=1610&pIdSeccion=68&pIdNoticia=511854

Os dejo un fragmento para quien no se haya lanzado aún a pinchar como un loco.



-En «La culpa y la lluz» ambas (culpa y luz) caen sobre el cuerpo del lector como una penitencia compartida, ¿es ésta la confesión de un ateo?
-«La culpa y la lluz» tiene mucho de confesión, de historia contada a través de una celosía y a oscuras. Ésa es la magia de la literatura: contar a desconocidos lo que nunca te atreverías a contar a tu mejor amigo. Por otra parte, sí se puede intuir una figura abstractamente divina como generadora de ese punto de inflexión que refleja el poemario.
-Existe una continúa necesidad de reconocimiento entre la voz -poética- y el cuerpo.
-Sí, hay una expurgación que tiene mucho de físico. En la obra hay cierta dosis de determinismo casi fisiológico y el cuerpo se presenta como un oponente tenaz de la moral.
-Y el cuerpo es, a la vez, la patria.
-En mi primer poemario, «Toles siendes», buscaba la patria en mi tierra, en mi gente, en mis libros o en mis discos; en «La culpa y la lluz» hay una reducción bastante dramática de esa idea y se pierde la transitividad en ese sentido: mi patria es mi cuerpo.
-Y el verano deja de ser un tiempo para ser un lugar. ¿Esta transcategorización es intencionada (todo de algún modo lo es) o forma parte de un imaginario más emocional?
-El verano es el hacedor de la luz y de la redención y, sí, en cierta medida se convierte en un lugar, en una emoción que toma cuerpo. A mí la luminosidad es un elemento que me condiciona mucho. En ciertos momentos se me hace insoportable una luz excesiva y en otros me deprime su ausencia. En el poemario la luz, encarnada en el verano, es una mensajera de la esperanza y de la comunión con el mundo.
-La palabra se define como «traidora» y «perversa». ¿Cree que la poesía es un modo bello de engañar, de prolongar la culpa de modo consciente?
-La palabra se muestra como un recurso insuficiente, tarado, fútil. En realidad, el último poema, «Bartleby», aporta una declaración de intenciones para el futuro. Declaración de intenciones que en absoluto tiene por qué llevarse a cabo. La poesía, siguiendo la pregunta, no sé si es una manera de engañar, pero lo que si sé es que, haga lo que haga, debe hacerlo de un modo bello.

2 comentarios:

Pablo Suárez | 18 de abril de 2007, 10:17

que grande va a ser (ya es) el roxu

Pablo Suárez | 18 de abril de 2007, 10:17

que grande va a ser (ya es) el roxu