3 comentarios:

Alba | 3 de junio de 2007, 3:31

Me acuerdo de golpe de esa frase en La ofensa: "que se habían acostumbrado a pensar en la muerte como en un pronunciado silbido procedente del cielo"...

Mal momento para cruzar una ciudad, ese de los silbidos y las "demostraciones". Pues se muestra aquello que se tiene, que se puede poner en marcha sin exhibiciones de por medio...

Krasnaya | 3 de junio de 2007, 8:23

A mí me gustó. Y sólo había dos aviones, tampoco fue para tanto.
Eso sí, queda muy poético hablar de antibelicismo, no te lo niego.
Pero yo lo ví y me gustó. Mucho.

Y, en este caso, soy la puñetera nota discordante.

Joan Torres | 3 de junio de 2007, 14:30

Lo que aterra es pensar en quienes viven con ese sonido como preámbulo de certeras muertes.

Piensa que, quizá, aquello que viviste fue una ofrenda de algún estúpido dios para recordarte que vives en un mundo de algodones. Como yo.