Lo que nunca ví y ya pude ver...

Lo que nunca ví y ya pude ver...

... es una cámara XDCam volar.

Sí, señoras, señores, amigos, anónimos, güela y demás. No era un pájaro, no era un avión, ni San Dumbo en trompa y orejas. Lo que el lunes salió volando por los aires hasta caer en un zarzal fue la niña guapa de la casa: la cámara de alta definición de Señor Paraguas.
Nunca nadie imaginó que hacer un time-lapse al anodino embalse de San Andrés de los Tacones pudiera acabar con la cámara alzando el vuelo. Supongo que se aburrió de grabar un fotograma cada tres segundos. O quizás no nos tomamos en serio aquello de "esta es una cámara de altos vuelos" de cuando la compramos.
En aquella mañana de lunes, mientras un helicóptero cargaba agua para apagar un incendio, la XDCam capturaba fotogramas en medio tiempo. Cuando el colibrí metálico -y cero liviano- se dispuso a aterrizar a unos ocho metros de la soledad de la cámara en el trípode, los bomberos no dejaron que nadie impidiese el triste suceso. Por las mismas, quizás porque no eran ellos muy de "doblegar" esfuerzos, no avisaron en ningún momento de que aquel era el maldito epicentro de aterrizaje del helicóptero.
Una ráfaga de aire hizo el resto: cámara al viento, batería al carajo y todo al mato de zarzas.

Vamos, que digo que llegó un mapache y volcó la cámara y sería más fácil de creer.

Al final, por si alguien se está echando las manos a la cabeza -clientes pendientes de trabajos, familiares a los que debemos dinero- aclaro que todo quedó milagrosamente en susto, pieza desde Bélgica, mano de obra de tipos que se creen jodidos orfebres, y anécdota maravillosa para fiestas, guateques y entrevistas monográficas.