Reivindicación del diálogo
Juno
Jason Reitman, 2oo7
Juno es una película que está bien. Es dulce, tiene ritmo, tiene mucho humor y ofrece una perspectiva agradablemente distinta de un manidísimo tema. Tienes buenas interpretaciones, un diseño de personajes a los que no cuesta nada querer desde los primeros minutos de metraje, y unos divertidos y ágiles diálogos. Y es precisamente este último punto el más criticado -junto con el vestido de Diablo Cody, la guionista, en la gala de los Oscar*-por los entendidos.
Dicen que son demasiado ocurrentes para la situación de los personajes, para su edad, su entorno, su cultura... Claro, no olvidemos las frases que han dado a la Historia del Cine las películas de Billy Wilder -todos los protagonistas académicos de la lengua y cultísimos, como la ascensorista de El apartamento- o una de las mayores virtudes del en los últimos tiempos tedioso hasta el horror Jose Luis Garci: el vocabulario de sus personajes (desde la monja de Canción de cuna al hijo medio yonqui de Asignatura pendiente).
Mejor que los personajes hablen plano, sin ingenio, sin dar una opción al humor, al gusto, -nada tiene que ver esto con las espantosas pelis de niños repelentes en las que hablan sobre temas de adultos con chistes fáciles de adultos. Mejor que bajemos el nivel, reduzcamos la ficción: quizás así la realidad también se vuelva un poco más aburrida.
* así son de "entendidos"...
Jason Reitman, 2oo7
Juno es una película que está bien. Es dulce, tiene ritmo, tiene mucho humor y ofrece una perspectiva agradablemente distinta de un manidísimo tema. Tienes buenas interpretaciones, un diseño de personajes a los que no cuesta nada querer desde los primeros minutos de metraje, y unos divertidos y ágiles diálogos. Y es precisamente este último punto el más criticado -junto con el vestido de Diablo Cody, la guionista, en la gala de los Oscar*-por los entendidos.
Dicen que son demasiado ocurrentes para la situación de los personajes, para su edad, su entorno, su cultura... Claro, no olvidemos las frases que han dado a la Historia del Cine las películas de Billy Wilder -todos los protagonistas académicos de la lengua y cultísimos, como la ascensorista de El apartamento- o una de las mayores virtudes del en los últimos tiempos tedioso hasta el horror Jose Luis Garci: el vocabulario de sus personajes (desde la monja de Canción de cuna al hijo medio yonqui de Asignatura pendiente).
Mejor que los personajes hablen plano, sin ingenio, sin dar una opción al humor, al gusto, -nada tiene que ver esto con las espantosas pelis de niños repelentes en las que hablan sobre temas de adultos con chistes fáciles de adultos. Mejor que bajemos el nivel, reduzcamos la ficción: quizás así la realidad también se vuelva un poco más aburrida.
* así son de "entendidos"...
3 comentarios:
Hay un asterisco que no lleva a ningún sitio después de la palabra Oscar... uhm... yo que creía que llevaba a una imagen del vestido de Diablo que yo no vi entero todavía... Jur.
Despiste...
Thanks, kras.
Yo en esto me remito a Chejov...Uno al cabo del dia es capaz de decir algo brillante, pero 23 horas y 58 minutos solo habla gilipolleces...En Juno, buena película, falla la verosimilitud...cosa importante!!Y más vale lo increíble verosímil, que lo creíble inverosímil...
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