El miedo
Estos días nos hemos dedicado -en mi caso especialmente- a saldar una deuda contraída hace mucho con el gran Berlanga. Quitando Bienvenido Mr. Marshall y, quizás, La escopeta nacional hace mucho tiempo, no había visto nada de su cine. Probablemente por los atropellos de las novedades, por despiste, lo que fuese.
Ayer vimos París Tumbuctú (1999), la que ya casi podemos decir que es su última película -a excepción de un corto de 13 min. titulado El sueño de la maestra y que forma parte de Bienvenido Mr Marshall pero que por la censura [una maestra que roza el orgasmo aplicando penas de muerte a sus alumnos] no pudo ni si quiera grabarse. Berlanga vuelve a Calabuch, muchos años después y con un francés con impotencia como protagonista. En esta película, que bien podría firmarla Kiarostami en un viaje por el Mediterráneo, el final es lo único que te borra la sonrisa después de muchas carcajadas fruto del humor absurdo.
Es la última película de Luis García Berlanga y en el último plano, en una valla publicitaria completamente cañí, con toro y sevillana, el vandalismo deja una pintada:
Tengo miedo
L.
Y, de pronto, la película ha estado hablando de otra cosa. Y el cine ha sido todo este tiempo otra cosa. Y uno se siente terriblemente solo.
Ayer vimos París Tumbuctú (1999), la que ya casi podemos decir que es su última película -a excepción de un corto de 13 min. titulado El sueño de la maestra y que forma parte de Bienvenido Mr Marshall pero que por la censura [una maestra que roza el orgasmo aplicando penas de muerte a sus alumnos] no pudo ni si quiera grabarse. Berlanga vuelve a Calabuch, muchos años después y con un francés con impotencia como protagonista. En esta película, que bien podría firmarla Kiarostami en un viaje por el Mediterráneo, el final es lo único que te borra la sonrisa después de muchas carcajadas fruto del humor absurdo.
Es la última película de Luis García Berlanga y en el último plano, en una valla publicitaria completamente cañí, con toro y sevillana, el vandalismo deja una pintada:
Tengo miedo
L.
Y, de pronto, la película ha estado hablando de otra cosa. Y el cine ha sido todo este tiempo otra cosa. Y uno se siente terriblemente solo.
1 comentarios:
Qué grande es París Tombuctú... hace tiempo que no la veo... voy a ello.
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