La hija del dragón

La hija del dragón tiene seis años.

La hija del dragón es mala a veces.

La hija del dragón es una espina
tan clavada a su padre
que no puede arrancársela
sin herirse a la vez, sin ser al tiempo

cabeza y corazón,
grito y caricia,

los extraños latidos
de esta vida que avanza

sin saber los porqués
sin conocernos nunca.

Hoy
he pegado a mi hija.

Por supuesto, podría matizarlo,
ablandar el cachete con palabras más tibias,
explicar mis razones,
mentir
como mentimos
los mayores también.

Pero el dragón no puede.

Camina por la acera
arrastrando el fantasma
de los días más tristes.

La hija del dragón tiene seis años.

La hija del dragón es una espina
tan clavada a mí mismo,
que ella siente el dolor,
yo siento el daño.

Esta ruina de ser.

Mal padre a veces


de Fernando Beltrán, La semana fantástica, Hiperión, 1999.

1 comentarios:

Anónimo | 25 de noviembre de 2008, 5:31

Aún sin conocer la sensación me he respigado de lo bien descrita que (supongo) está.