Cosas que ahora no pasan

En tiempos de crisis me acuerdo de aquella anécdota - siempre de dudosa fiabilidad- de Espronceda, que lo sitúa en un puente, camino a Portugal, y que afirma que entonces el poeta arrojó al agua la última moneda que le quedaba, en símbolo de no deber nada a nadie y menos al pasado.


1 comentarios:

Krasnaya | 26 de abril de 2009, 8:02

Espronceda, oh, sí. El mejor de los mejores :)

Yo me acuerdo lo que nos contaban en el Calderón, que suerte que se había muerto joven, porque había empezado a especular con la patata y ya no era el mismo que había tirado la moneda...