Herencia

Un estanco, y dentro, la estanquera,
una anciana en silla de ruedas,
la muchacha sudamericana que la empuja,
dos tías muy jóvenes para mí
y la anciana en silla de ruedas, rubia y delgada,
que advierte mi presencia y grita

¡Pero qué hombre más guapo!

Le sonrío por educación y la anciana en silla de ruedas,
que en su tiempo debió de ser una auténtica preciosidad,
me pregunta entonces abiertamente, en voz muy alta

¿Estás casado?

No, la verdad es que no.

¿Por qué no te casas conmigo? Te dejaría en herencia
esta silla de ruedas.


de David González, Loser, Bartleby, 2oo9.

2 comentarios:

Ángel González González | 26 de junio de 2009, 14:17

Me encanta este poema de David. Es extraño que el poemario se llame Loser, porque esta poesía es todo un triunfo.
Por otra parte te leo a menudo y ya puestos te digo que ya no puedo dejar de pasarme por tus letras. Estoy enganchado.
Abrazos y hasta la vuelta.

Jenny jirones | 27 de junio de 2009, 4:58

Ángel,
la lectura es mutua y también yo visito tu casina virtual con frecuencia.
Loser tiene poemas muy buenos, y David hace de la pérdida triunfo.

Gracies pola visitina.