horizonte entre los sacos de yeso

"... Condujimos hasta fuera de la ciudad, y pasamos junto a fábricas y muestras de objetos de decoración, para llegar a un complejo en obras. Saltamos sobre la verja metálica casi hundida y entramos. Eran calles de piedra y tierra, muchas casas, amplias también. Subimos a una de las casas. Dentro planeamos la distribución de las habitaciones y determinanos la función de éstas, y nos reímos de nada en particular. Seguíamos las marcas de tiza. Parecía un buen lugar para vivir, sin que importara el frío con el final de la tarde, y tuve ganas de leer un libro de ciencias naturales para aprender algo más de ese horizonte entre los sacos de yeso. Probablemente alguien requeriría alguna explicación clara en un futuro. Frente a mí había un árbol en el que cantaban miles de pájaros, y al fondo se atisbaba una alemeda con su estrecho camino para parejas."

fragmento de"Cinta virgen", relato de Ezequiel Martínez, incluido en Personas que acoges cuando no viene nadie, Eclipsados, 2oo7.

1 comentarios:

sara | 17 de junio de 2009, 2:17

Me gusta tu filosofía de andar por casa, Sofía.

Besos.