Canciones de The Beatles, no The Beatles

Todo es normal. Lo dicen los anuncios de Spotify. No. Textualmente no. Pero están ahí. Como la radio, como el canal 24 horas. Todo es normal. El mundo explota en guerras y centrales, pero eso forma parte de la cosa. Todo es normal. El gato está triste y ha sacado las uñas y lo he reñido y lo he encerrado, pero eso no es raro tan raro. Todo es normal. Todo es normal. Puedes escuchar canciones de The Beatles, pero no a The Beatles. Puedes estar esta noche con la casa vacía (no, hay un gato, enfadado, molesto, triste) pero eso es normal. Todo es normal. Nos radian tantas muertes que cómo dejar que signifiquen. Qué podemos hacer nosotros, que a las tres semanas olvidamos. Qué somos, sin un refuerzo. No me culpes si tengo las cosas un poco más fáciles (un poco), si me desentiendo. Todo es normal, pasadas tres semanas, dicen, olvidamos. Si no me dices más veces Túnez Ciudad Juárez Yemen Sierra Leona Costa de Marfil Haití Chernobyl Ciudad del Cabo China, en mis oraciones sólo diré "por el hambre en el mundo, por las guerras, por la injusticia". Tan general que se nos
hace normal.
Todo es normal. Como esta casa, vacía pero con un gato triste. Con un cuerpo al que se espera. Con lecciones aprendidas: los huesos, la piel, nos hablan. Tan normales, tan de estar ahí siempre, que sólo cuando gritan nos admitimos enfermos. Tan normal como esta casa, en la que esperamos y esperamos que se pase la tristeza. Antes de que se haga normal, antes que, de nombrarla, la desgastemos. Como todo.
Tan normal. Como cuando hablamos. Como cuando escuchamos canciones de The Beatles, nunca a The Beatles.

1 comentarios:

Isabel Tejada Balsas | 15 de abril de 2011, 3:33

Tan normales, tan de estar ahí siempre, que sólo cuando gritan nos admitimos enfermos.

(ya te digo)