Lo que yo quería contar
Iba a escribir un post esta mañana con restos de la noche compartida. Hablar de la visita de unos magos que le dieron calor a enero, que le dieron llanura a la cuesta. Iba a escribir sobre el valor de conjurar los miedos, para que no asusten tanto, o aquello de confirmar que lo que no importa de verdad no importa. Escribir sobre la celebración de la amistad, sobre el tiempo -que nos hace creer que pasa- pero que elástico y memorión y nos devuelve a los que fuimos hace no tanto. Sobre noches así, que precisan de muy poco y que tienen en abundancia. Sobre los amigos con los que no intentas arreglar el mundo pero que arreglan un poco sin pretenderlo la vida. Escribir un post agradecido, porque así es bonito avanzar y compartir noticias. Disfrutar sin tener que notar esa alerta que tampoco llegaba en la canción. Por eso, también nos dormimos. Y no es necesario que nadie te avise, esa felicidad deja regusto bueno y aguanta.
Iba a escribir estas cosas esta mañana. Pero la ciudad que habito sigue en su particular cruzada de autodestrucción.
Y ganas me dan a veces de que venga una ola grande y más nada.
Iba a escribir estas cosas esta mañana. Pero la ciudad que habito sigue en su particular cruzada de autodestrucción.
Y ganas me dan a veces de que venga una ola grande y más nada.
2 comentarios:
Es maravilloso leerte :)
Normal que se te hayan quitado las ganas de escribir sobre cosas bonitas... normal.
Un beso
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