Mi hermano no ha leído a Szymborska

Cuando nos dejó Fernando Fernán Gómez, David Trueba escribió con gran acierto que la noticia no era que Fernando Fernán Gómez hubiera muerto. La noticia era que Fernando Fernán Gómez había vivido.
La noticia que hasta ayer muchas y muchos desconocían es que Szymborska existe. Que hay una poeta que habla así, que escribe así y que está traducida, muy bien traducida, al castellano. Digo hay, digo está, porque aunque ayer nos informaban de su muerte, ella está en el sentido en el que la he conocido, y va a seguir estando.
Escribía Szymborska que su hermana no escribe versos. Mi hermano no ha leído a Szymborska, y que yo sepa, no escribe versos. Pero él también me envía postales de sus viajes, de su casa en una ciudad más fría que la mía, y también me promete que a la vuelta me contará todo.
Mi hermano no sabe todo lo que le agradezco a Szymborska, lo que la he leído, las huellas que ha dejado en lo que escribo, en lo que pienso. Lo mucho que volveré a sus poemas.
Pero quizás lea, mi hermano, este post. Hoy, mañana, un día. Y quizás busque en la red qué más se ha dicho de Szymborska, y encuentre este hermoso texto de Martín López-Vega.

O baje el cursor hasta leer


CEBOLLA

La cebolla es otra historia.
No tiene entrañas la cebolla.
Es cebolla cebolla de verdad,
hasta el colmo de la cebollosidad.
Por fuera cebolluda,
cebollina hasta la médula,
podría escrutar su interior
la cebolla sin temor.

En nosotros extranjería y salvajismo
apenas cubiertos por la piel,
el infierno de la medicina interna,
anatomía violenta,
y en la cebolla, cebolla
y no sinuosos intestinos.
Reiteradamente desnuda
y hasta el fondo asíporelestilo.

Ser no contradictorio la cebolla,
logrado ente la cebolla.
En una, simplemente otra,
la mayor una menor contiene
y la siguiente a la siguiente,
y así la tercera y la cuarta.
Fuga centrípeta.
Eco concertado en coro.

Lo de la cebolla, eso sí lo entiendo,
el vientre más bello del mundo:
se envuelve a sí mismo en aureolas
para su propia gloria.
En nosotros: grasas, nervios, venas
secreciones y secretos.
Y se nos ha denegado
la idiotez de lo perfecto.


1 comentarios:

Ernesto Frattarola | 2 de febrero de 2012, 5:18

Gran post, Sofía. Y gran texto de Martín López-Vega. Y el poema, vaya... "Se nos ha denegado / la idiotez de lo perfecto". Enorme.

Afortunadamente, como dices tú, Szymborska no se va a ir nunca.

Un saludo

ernesto