Ya que hablan de absurdo

Soy no fumadora y no creyente. Conozco gente fumadora y gente creyente (y no es necesariamente la misma gente). Los respeto. Acepto que, por los motivos que sean, destinan su dinero y su tiempo a algo que les hace sentir mejor. Ni en mi época de instituto un fumador me ha instado a fumar. 

Ayer escuchaba un discurso de autobombo y marketing durante un funeral. Los funerales son esas ocasiones que tiene la Iglesia para dar su mensaje a los que en circunstancias normales no ponemos un pie en sus recintos. Son suyos, los recintos, (en lo moral, que en lo que a suelo se refiere es de todos y bien lo señalan cuando se trata de una mezquita y no de un lugar de culto católico) y no me meto. Cuando alguien a quien queremos mucho se va, la razón hace concesiones necesarias para que los órganos se duelan y lloren y sientan que están. Y entonces acudimos. Nos sentamos. Nos levantamos. Hacemos al menos esa parte del rito. Y cada poco las cuñas publicitarias. Pero el mensaje no es "qué fortuna la de la fé, que hace más fácil el duelo". El mensaje es "desafortunados quienes no creen, porque encuentran en la vida un absurdo". 
Y ya que ellos hablan de absurdo, hablemos.

Porque yo -que me veo forzada a definirme como no-creyente sin entender por qué la negación de algo me define- no encuentro en la vida ningún absurdo. Y yo no celebro la muerte. Celebro la vida que ha habido. Y sí veo macabro celebrar la muerte, celebrar el no existir. Y veo triste hacerlo amparados en una recompensa futura. Si los hay que precisan de la trascendencia, ¿quiénes están encontrado esta vida absurda? Esta vida que sin duda existe. Que es más bien nuestra (o lo que el capitalismo nos deja). Esta vida que se muerde, se toca, se canta, se bebe, acaricia, se ríe, se llora también, se comparte y se cuenta. Esta vida que cada día se vive, claro.
Esto que está y que es, ¿cómo puede ser absurdo? Cuando ellos dicen que para quienes no-creemos (me van a perdonar, otra vez definirnos a través de la negación, ¿cómo va eso en la lógica proposicional? me lo expliquen) la vida es un absurdo porque no contamos con un más allá, sólo demuestran que para ellos es un absurdo. 
Respeto a quienes tienen miedo. Respeto que se cuenten cuentos para dormir. ¿Cómo no respetar las debilidades de otros, por qué criticarlas? Pero empieza a ser agotador tener que pedir perdón por encontrar la vida hermosa. Por vivir sin creer en recompensas. Por celebrar que hay quienes han vivido a nuestro lado. Y celebrar eso. Y hablar de eso. Y dar importancia a eso. Empieza a ser agotador tener que pedir perdón porque ls hay que somos mayores para el juego, que hemos entendido que está bien así. Que es hermoso y que dure más o dure menos, pisar la tierra descalzos cuando hace sol o cuando acaba de llover, vale la pena.

Digo: ni en el instituto, con las inseguridades a flor de piel, un fumador me ha dado la barrila con que me haga fumadora. 
Qué cosas.

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