Listas, ciclos, pamplinas y todo lo contrario

Acaba el año. Hago una lista mental de lo vivido. Hago una lista por escrito de lo leído. Hago una lista para hacerla pública. 

Empecemos de nuevo.

Acaba el año. Pasa un día. Cambia el calendario, los números. Todo ese constructo que podría ser otro pero es éste. 
-Mamá, de haber nacido en otra parte, ¿sería judía o musulmana o me dirían que Dios es una mujer?
Podría ser otro. 

Hago una lista mental de lo vivido. Sí. Cosas buenas. Cosas no buenas. Alguna mala. Sonrisas si pienso en lo cercano, puños apretados si pienso lo de todos. 

Hago una lista por escrito de lo leído. ¿Por qué de lo leído? ¿Por qué no de los pedazos de hierba que he pisado descalza y me han hablado de otras partes, de otras personas que fueron y hoy son esa hierba? ¿Hacer una lista, entonces, es hablar de una, de cómo es, de cómo ha sido este año? 
- Queridos Reyes Magos: este año he sido buena.
- Querido FB: este año he sido lista.
¿Cuánto dicen de nosotros las cosas que pasan por nosotros sólo por el hecho de pasar? Hay quien atraviesa la ruta transamazónica con sus piernas y sólo te dice "una noche se rompió la tienda de campaña". ¿Qué dicen? ¿Por qué creemos que dicen eso, las listas?

Todo es constructo. Del tiempo y de nosotros. Todo podría ser de otra manera, decir otra cosa, empezar en otra parte.

Pero qué largo el invierno sin esta inflexión. Desde la creencia o desde el escepticismo. 
Qué largo el invierno sin hoy para parar o preguntarnos por qué otros paran.

Empezamos de nuevo.

2 comentarios:

Madame M | 31 de diciembre de 2013, 7:26

Este año has sido amada, querida amiga!

Cecil | 31 de diciembre de 2013, 12:16

Múltiplemente además!