Fedegico, el esbigo

No vayamos a lo fácil: que Jiménez Losantos me recuerde a aquellos niños malintencionados y enclenques que acompañaban a los matones y contemplaban la pelea desde lejos no es sólo por una cuestión fisionómica.
Reconozco que escucharía mucho más su programa de radio si no fuera porque me produce un efecto secundario a modo de ataque de mala hostia que no puedo controlar. Pero, por las mismas, admito que es muy divertido. A falta de ideas, repite torpes consignas; destroza el lenguaje con una desfachatez pasmosa; opina diciendo que informa y cada día explota más su cualidad de tipejo cargante.
Y ahora, pobre, tiene que llamar a los matones de la clase, en pago de algún favor -difamaciones, defensiones a ultranza- para que le echen una mano. La mano no es para él, es para Gallardón. Y es al cuello.
Vamos, que todo esto es muy divertido: Losantos dice que a Gallardón no le importan las víctimas del 11-M si no el poder político. Gallardón dice que se ven a la salida de clase. Losantos dice que sí, pero que se lleva a sus matones Zaplana, Acebes y Aguirre.
Y uno, contemplando todo esto, se siente como en el instituto, cuando la historia nunca iba contigo pero al final no se hablaba de otra cosa.

8 comentarios:

Anónimo | 11 de febrero de 2008, 11:38

Sólo se me ocurre decir: Dílo tú Aía....porque lo dices mucho mejor que yo.

Anónimo | 11 de febrero de 2008, 12:03

Losantos está más enclenque desde que le jodieron la pierna unos matones auténticos (de Terra Lliure creo), pero gracias por enfadarte y pasar un poco al ataque, aunque sea contra el Anticristo oficial :D

Clifor | 12 de febrero de 2008, 1:16

Lo que pasa es que tú, Jenny, quieres vivir del cuento, del canon y no te preocupas de los artistas que se levantan a las 7 de la mañana. Ahora que Rajoy ha descubierto que la gente madruga, todo se vuelve más divertido. Y más peligroso. Tómese con ironía y buena crítica.

Un abrazo.

Anónimo | 12 de febrero de 2008, 1:27

Lo de Terra Liure nunca quedó claro. Dicen las malas (y posiblemente más certeras) lenguas, que el tiro en la rodilla (que por cierto, el problema de su enclenque presencia, en cualquier caso respetabilísima y de lo más apuesta si se compara con su catadura moral, no es su cojera si no su fantástica -lo de fantástica por lo de gnomo, obviously- estatura).
En fin, que el personaje es vomitivo, pero también resulta de lo más guay y eso, defenderlo. Es lo que tiene Mallarmé, oye.

Anónimo | 12 de febrero de 2008, 1:30

Hala, con tanto paréntesis no terminé la frase. Que decía yo que lo del tiro en la rodilla, más que a unos matones de Terra Lliure, se debió a unos matones sin más. Lo de que era un asunto de pelas no lo digo yo, es un runrún que suena mucho. Pero, claro, no seré yo quien haga acusaciones sin pruebas. Para eso ya está él toditas las mañanas.

Anónimo | 12 de febrero de 2008, 13:31

Losantos es más ácido y divertido que Del Olmo, Francino y Herrera, -(tan cierto como que nunca leí a Mallarmé)- y por eso tiene audiencia. La actualidad política comentada sin sarcasmo aburre a las piedras.
¿Que a veces se pasa de la raya y lo llevan a juicio? ¡¡Pues que se joda!!
Pero sigue siendo más ocurrente su sarcasmo que el moralismo de todos los que os indignáis...

Anónimo | 12 de febrero de 2008, 14:00

Ah, bueno... que hablábamos de humor y humoristas...
Vale. Pues a mí no me hace ni puta gracia. Yo es que, fíjate, debo de ser muy raro, porque tampoco Escenas de matrimonio me resulta gracioso...

Anónimo | 13 de febrero de 2008, 0:36

¿raro? ¡¡Al contrario!!
¿Nunca os cansáis de pensar todos igual?