Povisa

No ceniza. Polvo.
Eso es lo que va quedando por aquí, de no limpiar, de no acercarse, de dejar que los restos de piel se vayan posando sin nadie para que el tacto tenga sentido.
Anda esto un poco por barrer, es cierto. Pero el trabajo de los últimos tiempos es exigente, los días tienen pocas horas y de tener más serían para más trabajo.
No es una queja. Es esto, sin más.

Lo bueno, que en pocos días se podrá ver este trabajo en el que andamos. Que es un trabajo de los que gusta hacer, de los que imaginas hacer y a veces salen. Una suerte.
Así que, si vienes por aquí y no hay nadie, y te sabes de confianza (porque esas cosas se saben), siéntate, toma algo. No hay problema, así que tampoco tengas prisa.

1 comentarios:

Anónimo | 28 de febrero de 2011, 19:11

La ceniza me trae recuerdos inmemorables, el polvo marca la ruta de los caminos perdidos, aquellos amores prendidos que quedaron atrapado entre los labios, con el dedo rozas el borde y la via deja ver el camino que llevas, las luces apagadas y tus pestañas le hicieron compañia, ya no esta solo el polvo, tengo atrapado el camino y la ceniza volo ligero ya que no era mi compañia.

Extraordinario felicitaciones.