No nos permitimos la pornografía sentimental

(y gracias)

Hoy llego a casa después de un día que es como otro día y otro día. Que son distintos y debería alegrarme (trabajar, que ya es, y de lo tuyo -quécarajoeralomío-, y encima con lo interesante que es eso) pero que no. Porque son y son y vienen un montón de más, esa panda de hijosdeputa que no se cansan de estar llegando. Si me gustase el gerundio habría estudiado derecho. Si me gustase el gerundio, quizás debería haberme planteado en serio aquello de ser atleta. Son y están siendo y casi no soy yo con ellos, ni nada. Me son. Qué bien se les da, a los muy cabrones.
Hoy llego a casa y pienso que ojalá esto (lugar pequeño de la red, página entre páginas, reducto que a la hora de la verdad no es el reducto propio) no lo conociera apenas nadie. Ojalá cumpliera la analógica función de diario -pero no, no cuentes tu vida, no te quejes, no te va mal, a nadie le va mal, como mucho le va mal a la sociedad, pero no a uno, a una. Ojalá sirviera para vomitar sin culpa, sin vergüenza. Pero no, esto es proyección. Esto es un mostrador. Esto no eres tú, sino lo mejor de ti. Aquí no des nombres y apellidos. A no ser que esos nombres y apellidos sean populares (que es como ser anónimos), o sea para decir algo bueno de ellos (y no siempre, no todo lo bueno, hay cosas que no). Esto es tu propio sample. Quizás eres un tema flojo, de esos que nadie baila, que ni David Guetta, con su escuadrón de aborregados, arregla. Pero si
sólo enseñas ese momento brillante, entonces
sí.
Lo otro, ya sabes, lo sucio, el fracaso, la regla, la mentira, el desamor, el bulto que te asustó un día, los pies hinchados, el sentirte fraude tantas veces, el no entender, el que no te entiendan, el llega el verano y tú con estos muslos, las ausencias porque hay quienes no podrán volver nunca, la bici que ya no podrás comprar porque alguien se la llevó antes, saber que ya no eres así de joven, pensar que siempre alguien se lleva lo que sea antes... Todo eso
escóndelo, que es feo.
Feísimo.
Nadie quiere leer eso. Nadie quiere perder el tiempo leyendo esas cosas que te van mal. Es preferible comprobar que va todo bien. Para penas, están las de cada uno.
No aburras a nadie, nena.
Déjalo.
Vete a la cama y no jodas el espejismo al resto.

2 comentarios:

p.a..m.e | 11 de mayo de 2011, 20:37

Jenny: Ya sabes que hai díes, selmanes, tiempos tan feos como la conxugación de los verbos irregulares n'inglés -díxolo Gil de Biedma que sabía tanto de lo uno como de l'otro-. La cosa ye sacar fuercies pa espatuxar contra el remolín, agarrase a esi clavu en caldia de que somos más fuertes qu'ello por neciura, por enfotu
nesti enquívocu que ye siempre la vida.

Meme Vergara | 12 de mayo de 2011, 5:55

Muy bueno.
Saludos.