HUMO. Cuaderno de rodaje. Sobrevivimos (o días 3 y 4)

A toro pasado, todo parece más sencillo. Y hubo toro, aunque no estuvimos en Tordesillas para verlo. (Sí para oirlo, 50 segundos, para eso esperó hora y media un hombre que volvía a Rueda decepcionado, decía, mucho, le contaba a la tendera que me vendía una naranja). Días después, vivir la tercera jornada de rodaje de 8 de la mañana a 7 de la mañana siguiente parece más sencillo. El rodaje con los actores (Enrique Villanueva, Manuel Pizarro, Marga Llano) por la mañana. El rodaje con casi veinte figurantes, un ataud y Etelvino Vázquez frente a la iglesia de Bustiello de tarde. (Y, ¿dónde está el ataud? Y, corre por la autovía minera). La hoguera (ay, la hoguera). Y la sidra que escanciaban los de la Asociación de Vecinos de Figaredo, que acabaron por adoptarnos. El cementerio en el emplazamiento más acogedor del mundo. Y las siete de la mañana. Nuestros cuerpos sin dormir frente a quienes esperaban el autobús en Turón. Y sin alcohol que nos sirviera de disimulado velo. Y el final de rodaje. El acantilado. Las cenizas. La mala reputación. Las despedidas, las de ficción y las de verdad.
Tener la certeza de que has trabajado con un equipo espectacular, a gusto como nunca. Llegar a casa y ver el material y esbozar una sonrisa y ver cómo la esbozan al lado.
Aún queda por trabajar, pero HUMO va bien. Sin cortinas. Independiente un poco del padre, de los tíos.
Contentos es poco. Agradecida también.


Entre una foto y otra parecen haber pasado seis años pero sólo han sido dos días...


En la primera imagen, el equipo de rodaje (Aida Suárez, Aníbal Menchaca, servidora, Juan Tizón, Alejandro López Riesgo y Pablo Quiroga) con Rosa María Mateo y Cesáreo Estébanez. Abajo, con Cesáreo, Manuel Pizarro, Enrique Villanueva y Marga Llano.

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