Déficit, sí, de atención

Déficit, sí, de atención

Después de las canciones reivindicativas, la gente anda ya a otra cosa. Después de las acampadas, las movilizaciones, en la tele ponen Anatomía de Grey. Después del movimiento se retorna al sofá.

No entiendo nada frente a un televisor con imágenes de los trabajadores de un hospital de Granada. Protestan cortando una calle para hacer una coreografía. Eso se ve en el Telediario. No se ve que con una coreografía cortan una calle para protestar. A la presentadora sólo le falta decir "la crisis agudiza el ingenio" para que todo esto pase de lo llamativo a dar penita. 

La originalidad está sobrevalorada. La originalidad no existe. La originalidad distrae.

No entiendo nada pero ahí están las perfectas tetas de la topless girl del 25S. Ahí están, a color en la portada de Interviú, y páginas interiores. No entiendo nada a no ser que esto lo explique un triste efecto Gran Hermano, el cómo hemos pasado del reality (life) a que la vida sea un reality.

Hace tanto que nos dicen que para atraer la atención de los medios hay que hacer algo distinto, nuevo, llamativo, que la falacia ha calado. Como si decidiésemos sobre la atención de los medios, y no a la inversa. Como si no fueran conscientes del problema que padecemos, de niños distraidos con tanto estímulo. De nuestro déficit de atención.

La originalidad está sobrevalorada. La originalidad no existe. La originalidad distrae.

Deberíamos no olvidar las llamadas de atención que de verdad han funcionado. No darles opción de tomarnos por tontos, por tibios. Se me entiende si digo que empecemos por lo de siempre, por quemar papeleras.

Se me entiende.