€uraca en bucle

                                                        Diseño de portada: Mauro Entrialgo

Me ocurre siempre lo mismo, y a la vez nunca me ocurre de la misma forma, con los discos de Arma X/Factor Canadá. Si pienso en mis primeros meses viviendo en Madrid, en el otoño y el metro, están las canciones de 25 otoños como única banda sonora. Una toma de conciencia, una mirada hacia esa capital del reino (qué reino?) que estaba transitando. 
Hoy, que soy otra y no lo soy al tiempo, que lo que hay es calor húmedo del norte y un Paseo del Muro recién asfaltado, que tengo menos tiempo para caminar y más motivos para la sonrisa (y más motivos para el ceño fruncido, para el grito común); hoy, digo, escucho €uraca (Algamar, 2014) y asiento de igual modo que asentía. No como una comunión absoluta y dogmática, la cosa no va así. Asiento como quien asiste a un diálogo que se abre. Porque la voz está desde el mismo lado de la trinchera, pero sabemos que en nuestra trinchera somos muy de discutir los matices, de invertir las horas, las noches, en tallar con exactitud el discurso, de rascar, de ahondar. Dicen que eso nos debilita, a esta trinchera, dicen. Y no sé si es así, pero asumo que ese querer hilar fino, no querer decir lo que no se quiere decir, nos define. Eso, ya lo dije: el matiz. 
Escucho €uraca y asiento, porque en casi todo asiento, y en lo que no, celebro la discusión. Porque si estos no son tiempos fáciles para sacar discos, creo que son tiempos urgentes para hacer música y compartirla. Porque es necesario decir las cosas desde este lado de la trinchera y decirlas con compromiso y decirlas bien (que da gusto y da vértigo el flow que se gasta Arma X, aunque me perdonen los expertos, aquí una, tras años de escuchar hiphop se asume como neófita en el campo y neófita va a quedar pa los restos). 

Escucho €uraca en bucle, que es como se escuchan los discos en mi casa cuando nos gustan, cuando de verdad nos acompañan. Y tarareo "Golpea fuerte" (que tiene además voz y piano de Alfredo González) y pienso que no olvidamos los cuarenta y cuatro tiros a Jara y pienso también en aquello que cantaba Enrique Cabezón con los Enblanco: "Me pregunto en qué momento nos tocará correr, y si lo haremos hacia ellos". 
Porque puestos a correr, quiero pensar que vamos en la dirección adecuada. 





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