The Beautiful People

Le escuché hace unos años en Valladolid al poeta Alberto Santamaría una cita de Warhol que explicaba que la gente siempre espera a los guapos, y que por esto los guapos llegan tarde y son más guapos. Tiene más miga que esto, pero es el resumen. La contó muy bien y me gustó, y durante tiempo la utilicé (yo, que me quiero mucho) para justificar mi propia impuntualidad. 

Hoy escucho a uno de esos hijos predilectos de mi ciudad diciendo que la gente de las manifestaciones es fea. Como le ríen la gracia, y a Arturo Fernández lo que lo mantiene derecho (además del botox que se meterá por la misma médula) son las risas enlatadas de los señores y las señoras de bien, sigue. Dice que la gente que acude (acudimos) a las manifestaciones es tan fea que el resto del tiempo los tienen en un campo de concentración. Y él, que buscaba un chiste nuevo por la vía de la exageración, lo clava. 

Qué feos los de los campos de concentración. Cómo manchan, diossanto, la Marca España. Andan sucios, con los pantalones sin planchar. Con la boca puerca, que hay que ver esas consignas si son mugrientas. Qué obsceno criticar al gobierno de tu país. Mira que te pones fea cuando me llevas la contraria, chatina.  

Andrajosos los del los campos de concentración y andrajosos los que protestan. Y aburridos todos esos que andan preocupados por Gaza. Si serás, qué más te dará a ti lo que pase por allí alante... ¡Buena gana tienes de meterte en eso!
Aburridos, que sois unos aburridos, con esas banderas que ni os van ni os vienen. Que parecéis nazis metiéndoos con los judíos. Qué más os dará, que aquí somos de la Santa Iglesia Católica (diga lo que diga la Constitución, que hay cosas que se entienden y que están por encima de. ¡Vaya si lo están!) y esta guerra ni santa ni nuestra. Y oye, muy rápido decís "masacre", que hay que mirar siempre al otro lado, que no tenéis objetividad ninguna, que tanto monta, monta tanto y que para terroristas los de Hamas y esos de dónde son, eh, de dónde.

Concentrados frente al Teatro Jovellanos el pasado domingo, un policía se acerca a la mujer que momentos antes denuncia el asedio a la Franja de Gaza. 
- ¿Vais a ser pacíficos?
La mujer tiene ese cuerpo de abuela joven, de vecina que siempre echa una mano, de leer periódicos sentada en la cocina con unas gafas pequeñas. Ese cuerpo. Al policía no se le ve mucho el rostro, la visera de la gorra le hace sombra en casi toda la cara. Difícil precisar si es guapo o feo. 
¿Planea usted atentar contra el Presidente de los Estados Unidos?
- ¿Vais a ser pacíficos?
- ¿Vais a serlo vosotros? ¿Vais a respetar que nos reunamos en la calle a denunciar que están asesinando niños? ¿Vais a dejarnos hablar? ¿Vais a dejarnos estar? ¿Vais a ser pacíficos vosotros?

Arturo Fernández llega a la hora que le parece. Los guapos son siempre oportunos en sus intervenciones. Arturo Fernández sufre porque él quiere lo mejor para su país. Quiere que la gente de su país sea guapa. Para que haya turismo, que la gente fea asusta, la gente fea no vende. Arturo Fernández, el muy hijo predilecto, lo sabe bien: calladitos estamos más mansos guapos.

1 comentarios:

Anónimo | 26 de noviembre de 2012, 3:05

Por eso yo siempre me he considerado feo e impuntual para llevar dos veces la contraria..y de paso "joder" un poco a los que esperan al guapo de turno y aparece el yo sin hermosura a la vista. Pero claro, aquellos que no ven no pueden mirar más allá de lo que que se ve en un primer momento.

Gracias S.C.