Apuntes sueltos el día antes del estreno


Es la víspera. Tras una semana en la que la prensa se ha hecho eco de nuestro trabajo -y bien que damos las gracias, que sabemos el pequeñísimo espacio que se deja siempre a Cultura en la prensa escrita, la radio y la tv, y con un fin de semana de mucha programación en este sentido- hay algunas reflexiones inevitables.


1

La imagen. Realizas un documental en el que se entrevista a 27 personas, en el que insistes en que 21 son protagonistas de aquello que se quiere contar, que somos un equipo pequeño, muy pequeño (de cuatro personas en esencia), facilitas cartel, fotogramas, fotos de rodaje...  Y finalmente la cara de quien firma el proyecto es la que aparece en todas las noticias. En una de las últimas le pido al periodista si no le importa poner mejor un fotograma, una foto de rodaje o el cartel (que nos gusta mucho). Me dice que es así como se hace. Le entiendo. Entiendo que es así como se hace. Aunque pienso en otros compañeros cuando han presentado sus trabajos a los medios. En que llevándoles yo la prensa he enviado fotos de rodaje, fotogramas, carteles... Y que rara vez aparecía una foto de ellos.
Esto no es importante y es importante al mismo tiempo.



2

La responsabilidad. Este documental está escrito a cuatro manos, y en esas cuatro manos decidimos que la responsabilidad de lo se quería contar se hiciera explícita a través de una narración. Hablamos de un terreno que no me es ajeno (y porque no me es ajeno, entre otros motivos, es por lo que hablamos del ámbito poético y no del de la abogacía o el fútbol, por poner dos ejemplos). Por esto, vimos honesto afirmar esa responsabilidad, no pretender que aquello fuera una exposición clínica, con pretensión de objetividad. Hay un prisma, hay un punto de vista propio en todo, y no hay intención de ocultarlo.

2.1.

Protagonismo. Asumir la responsabilidad de un trabajo, de un proyecto o un discurso no significa convertirse en protagonista o no es formar parte de los protagonistas. Se dice poeta tiene 21 protagonistas, y están delante de cámara. 



3.

Las poetas. Sus fotos. Sara Herrera Peralta dice en el documental: "Cuando se hace una crítica del libro de una autora siempre se acompaña de una foto en la que ésta sale con un tipo de retrato cuidado en lugar de poner la portada del libro. No ocurre lo mismo cuando es un varón quien firma ese libro".  Las poetas. Sus fotos. 



4.

La imagen, de nuevo. La foto distorsiona. La foto hace pensar lo que no es, lo que no se está contando. Lo que de hecho no hay intención de contar. La foto convierte en objeto, en contenido. Distorsiona, reitero. 
Esta semana he temido que se confundiera la atención. Quizás sea el pudor propio (que una hace tiempo que eligió feliz y libre estar detrás de cámara), ciertas reservas. 
Pero pienso en lo que el propio documental cuenta. Las poetas. Sus fotos. ¿Por qué no iba a ser también  Las realizadoras. Sus fotos? Quizás hay una noticia implícita en el hecho de que sea un mujer quien dirige. 
Cito a Erika Martínez: "Todavía hay gente a la que llama la atención que una mujer escriba un libro. Cucha, una mujer



5. 

Me pregunto si la imagen distorsiona. Si el titular distorsiona. Me pregunto por qué me hago las mismas preguntas. 
Temo saber cuántos prejuicios es preciso saltar antes de que alguien se siente en la butaca mañana. Si quien tiene esos prejuicios querrá escuchar lo que se cuenta en nuestro trabajo. Si llegarán a escuchar que se habla con rigor pero también con calma, con seguridad pero también con cintura, con contundencia pero también con ganas de entendernos. 



6.

"Si una obra de arte hecha para conmover las conciencias, y deliciosamente trazada, calculada en cada detalle a lo largo de sucesivos proyectos, y después sancionada por los decididores del gusto y colgada en los museos, una obra como el Guernica, por ejemplo, puede no gustarle a alguien, cuánto más pasará eso con las pequeñas acciones espontáneas que acometemos cada día." Teresa Moure. Artes subversivas para cultivar jardines (Hoja de Lata, 2014)



7.

Asumo que así son las vísperas, los momentos previos a mostrar algo que a una le importa. Que tiene la osadía de que a alguien más le importe. 
Decido preocuparme tan sólo de quienes han hecho posible esto. De estar a la altura de las personas entrevistadas, del tema, del magnífico equipo con el que compartir siempre la trinchera. 


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